A la hora de vender objetos o cuadros hechos con plumas antiguos, nos encontramos con la dificultad de encontrar una tienda especializada en esta materia.
Antigüedades Feijoo lleva años dedicado al estudio y compra venta de este tipo de piezas de arte plumario y simplemente enviando fotografías le informaremos de nuestro interés en su compra.
Los cuadros con plumas son objetos con un reducido número de compradores, por lo que es necesario un especialista para obtener un buen precio.
Gracias a ser compradores de antigüedades especializados en arte plumario, conocemos a coleccionistas dispuestos a pagar buenos precios por tu antigüedad.
A continuación daremos unas pequeñas nociones sobre este arte.
Intentaremos dar respuesta a la pregunta más común. ¿Cuánto vale un cuadro u objeto antiguo hecho con plumas?
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La elaboración de objetos y cuadros realizados con plumas se denomina arte plumario. Comenzaremos explicando que la utilización de la pluma como elemento para la fabricación de objetos de arte, en Europa no existía. La llegada de los primeros objetos elaborados con esta técnica, se remonta al siglo XVI, con el envío por parte de los exploradores españoles de regalos al emperador Carlos V.
Estos obsequios consistían en: capas, adornos para la cabeza, chimalli (escudos), etc. La utilización de la plumaria para el adorno personal en la América Prehispánica, era un signo de distinción utilizado por gobernantes, sacerdotes y militares. Los españoles se sorprendieron de la importancia que los pueblos Mesoamericanos le daban a este tipo de adornos.
Los pueblos aliados de los españoles, como los Tlaxcaltecas, regalaron estos objetos realizados en plumas por la importancia que para ellos tenían como prueba de alianza. Estos obsequios llegaron de esta forma a las colecciones de los Austrias.
Los Olmeca-xicalanca principales aliados de los españoles, recogerían como botín, tras la toma de Tenochtitlan, los grandes tocados y ornamentos que los Aztecas habían atesorado, al ser estos los grandes fabricantes de estos productos.
El pueblo Azteca se caracterizó por la cría de aves y el cobro de impuestos en plumas necesarias para la elaboración de sus adornos. Cronistas españoles lo confirman.
La elaboración de estos adornos de plumas eran realizados por unos artistas llamados “Amantecas “.
La producción de estos adornos corporales debió de mantenerse durante algún tiempo, pero a medida que estos pueblos tomaron modas europeas fueron desapareciendo. Solamente se conservaron estas artes adaptadas a los nuevos gustos y religión, como en el caso de los cuadros de temática religiosa realizados en plumas u ornamentos litúrgicos como las casullas, capas pluviales, dalmáticas y mitras, sustituyendo los bordados por plumas de aves.
Debido a la fragilidad del material y la facilidad de ser atacado por insectos o los efectos nocivos de la humedad, se han conservado pocos ejemplares de las primeras producciones de arte plumario del siglo XVI.
También es posible que la dificultad en la limpieza y mantenimiento de las mismas provocase su degradación y fueran descartadas al poco tiempo de su fabricación.
En cuanto a los cuadros realizados con plumas se han conservado un mayor número de ejemplares, posiblemente por la protección que le suministra el hecho de estar pegadas las plumas en un soporte rígido como el cobre o la madera y protegidos por un cristal en la mayoría de las ocasiones.
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La tasación de objetos de arte plumario antiguo, como los cuadros de plumas, puede alcanzar unos valores elevados.
El precio de estas piezas realizadas con plumas va a depender de varios factores como la antigüedad, estado de conservación, calidad, tamaño, número de reproducciones, imitaciones…
En este caso el valor no se lo otorga sólo su antigüedad si no el hecho de la proximidad en el tiempo con las producciones prehispánicas, y que estos Amantecas pertenecieran a talleres anteriores a la conquista. Estas artes decorativas plumarias fueron practicadas por miembros de la alta nobleza nativa en unos talleres que algunos historiadores denominan “escuela de indios”. Mi creencia es que esta práctica era realizada en conventos y monasterios por los hijos e hijas de los nobles Nahuas, que al tomar costumbres españolas, ingresaban como novicias o miembros del clero en estas órdenes. Baso esta creencia en el hecho de que me parecen artículos decorativos de una gran belleza.
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Son obras que precisan una paciencia inmensa y un detalle minucioso.
El hecho de que estos artistas dispusieron de gran cantidad de plumas de diversos colores, de pequeño tamaño y en grandes cantidades, me hace pensar que ciertos nobles Nahuas (aliados de los españoles), no habían perdido sus privilegios . Fueron la parte más importante de la victoria española y puede que conservaran la costumbre de cobrar los impuestos en plumas a sus vasallos o bien tuviesen depósitos fruto del expolio del imperio Mexica.
Existe la posibilidad que a medida que estos nobles se diesen cuenta que los nuevos gobernantes carecían del más mínimo interés por ellas, cambiaran estos impuestos por metales preciosos, mucho más lucrativos en ese momento.
Además de un cambio drástico en sus costumbres y religiones, donde ya no es necesario la utilización de plumas de aves en sus cultos, ni en la indumentaria de sus guerreros.
Era costumbre en los pueblos Nahuas adornar sus divinidades con plumas de aves. Los evangelizadores españoles mantuvieron durante algún tiempo esta costumbre de adornar con plumas los ídolos. A partir de ese momento no serían dioses prehispánicos sino Vírgenes, Santos y Cristos.
La conservación de cuadros decorativos realizados con plumas es fundamental en el precio. Piezas que han sufrido el ataque de xilófagos o mal restauradas, reducen su valor significativamente. Es importante que no se intente la restauración de estos objetos pues en la mayoría de las ocasiones se producen daños irreversibles.
La calidad de una obra hecha con plumas vendrá dada por el colorido y la nitidez del dibujo (dependerá del número de plumas utilizadas).
Algunos tipos de obras combinan la utilización del óleo en las partes más complicadas como caras y manos, dejando el ropaje y los paisajes para ser rellenados con plumas.
El tamaño de un de una obra realizada con plumas es importante, siempre y cuando la calidad del objeto sea alta. Si la pieza es grande pero está hecha con plumas de gran tamaño y poco colorido, esta característica no le aportará ningún valor añadido. En la mayoría de las ocasiones piezas de pequeño tamaño y bien acabadas van a ser más valiosas.
Existen un gran número de representaciones e imitaciones hechas a principios del siglo XX que copian piezas antiguas. A la hora de vender un cuadro u objeto antiguo realizado con plumas es necesario ponerse en contacto con una tienda especializada en este tipo de objetos. Si desea vender un objeto o cuadro de arte plumario, no dude en ponerse en contacto con nosotros al ser especialistas en esta materia y contar con años de experiencia.