¿Busca dónde vender cuadros coloniales cuzqueños antiguos? ¿Le interesa saber si nos puede interesar adquirir su pintura cuzqueña antigua?
Si la respuesta es sí, estamos interesados en ver las fotografías de sus cuadros cuzqueños antiguos de alta época siglos XVII y XVIII para poder darle nuestra opinión. Le explico como y nuestras garantías.
Importante.
Los cuadros cuzqueños antiguos deben tener un valor artístico además de años para que nos interese su compra. Si usted decide enviarnos fotografías para una preselección esto no implica ningún compromiso por su parte en su venta, ni tampoco por la nuestra en su compra.
Es simplemente una vía para iniciar una negociación de compra venta.
Contestamos una vez vistas las fotografías por la misma vía que usted escoja.
Si estamos interesados, recibirá nuestra respuesta solicitando saber sus pretensiones económicas y fecha para verlo físicamente.
El hecho de recibir una respuesta por nuestra parte donde le informamos que no estamos interesados en la compra, no implica que sus piezas no sean interesantes y valiosas.
Solo compramos obras de pintura antigua cuzqueña que su lugar de procedencia sea España y estén localizadas aquí.
Antigüedades Feijoo es una empresa registrada en arbitraje de consumo de la Comunidad de Madrid que avala nuestras buenas prácticas comerciales.
Estamos comprometidos en que internet sea un lugar fiable donde informarse.
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Los cuadros coloniales Cuzqueños son las obras más características del arte colonial peruano del siglo XVII y XVIII. La pintura virreinal o colonial cusqueña puede llegar a alcanzar valoraciones importantes dependiendo de la exclusividad, belleza, estado de conservación y calidad de la obra.
Las pinturas y cuadros cuzqueños son producidos con un estilo pictórico que surge durante el periodo colonial en Cuzco (Perú).
Sus obras aúnan el colorido flamenco, las formas del manierismo y el uso de una perspectiva renacentista. En un primer momento y avanzando en el tiempo se van sumando tradiciones incaicas. La pintura colonial cusqueña o peruana, en general tiene diferencias importantes con otras obras y pinturas de la época colonial (arte colonial venezolano, pinturas coloniales mexicanas…)
En su inicio, el arte cuzqueño o arte colonial peruano cuenta con importantes denominadores comunes con la pintura española y europea.
No había tradición pictórica como la entendemos en la actualidad.
Como compradores especializados en pinturas y cuadros coloniales antiguos podremos ofrecerle un precio de compra adecuado a la calidad de su obra.
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Esta es una de las características principales que podemos observar en los cuadros coloniales antiguos de la escuela cuzqueña. Existen otros tipos de cuadros antiguos como iconos y algunas obras más antiguas, donde es una práctica habitual utilizar el oro, como en el caso de las tablas góticas.
Cuando queremos vender un cuadro antiguo de tema religioso, el primer paso es saber cuál es el origen del mismo, para esto es necesitamos la opinión de un anticuario especializado en el tipo de cuadro que tenemos.
En nuestra tienda de antigüedades estamos especializados en cuadros coloniales cusqueños o peruanos, contacte con nosotros antes de vender y háganos la consulta.
Mi recomendación es tener cuidado y no tocar nosotros mismos el cuadro con técnicas caseras, si no queremos que pierda valor por una mala intervención. La cotización del mismo disminuye y los compradores de este tipo de obras de pintura religiosa suelen tener sus restauradores. Si la limpieza no es correcta, se vende mucho peor. Por ello, es mejor dejarnos asesorar por un comerciante de arte.
¿Dónde vender cuadros antiguos Cuzqueños?
No es fácil saber si un cuadro antiguo es verdadero. Las reproducciones, que son muy abundantes, están hechas con técnicas para engañar y darle valor a lo que no tiene. Vender un cuadro sin saber la antigüedad de la obra, es una temeridad. El precio del cuadro lo marca si es original, si está bien restaurado, si no está repintado, si el pintor tiene buena cotización. Todos estos detalles los va a tener en cuenta el comprador.
Incluso los anticuarios que llevan años comprando pinturas coloniales en el mercado de arte español y en el extranjero, suelen ser engañados por buenas falsificaciones.
Si queremos vender un cuadro, es mejor contactar con un profesional y no seguir tutoriales que realmente no nos sirven a la hora de vender.
Mi consejo es tener paciencia a la hora de buscar restaurador, ver varios, y que le muestren sus trabajos de restauración. Si es posible, preguntar a un anticuario, que se dedique a la compra de cuadros cusqueños antiguos, que examine la obra y vea que necesita hacerse. No todos los cuadros antiguos religiosos (Virgen, Niño Jesús, Sagrada Familia…) precisan de una restauración a fondo, algunos con una simple limpieza es suficiente.
Los cuadros coloniales cuzqueños o pinturas cusqueñas son obras de arte de un estilo pictórico con características propias que surge durante el periodo colonial en Cuzco (Perú).
Inicialmente, el arte cuzqueño cuenta con una influencia importante de la pintura española y europea. Hay que tener en cuenta que los pintores europeos llevan consigo técnicas y estilos artísticos nuevos a una zona donde no existía una tradición pictórica como la entendemos en la actualidad.
En la historia del arte cusqueño resulta fundamental la llegada de pintores como Bernardo Bitti en 1583 o Angelino Medoro una década después. Estos serán el germen que va a producir una escuela tan particular como la cuzqueña. Estos primeros pintores introducen formas europeas en la pintura como son las italiana o la flamenca. Van a marcar el camino a pintores indígenas y mestizos para la creación de una corriente pictórica, quizás la más importante la América colonial española. Este jesuita Bernardo Bitti, es un pintor italiano que llegó a Perú en el año de 1575 y desarrolla su trabajo en Lima, Cuzco, Ayacucho, La Paz y Sucre.
La escuela cuzqueña tendrá en la construcción de distintos edificios, tanto civiles como religiosos, su punto inicial:
Gran parte de los cuadros cusqueños y limeños más antiguos se realizaron en edificios religiosos como: Catedral del Cuzco (1560-1664). Iglesia de la Compañía (1576). Iglesia de la Merced siglo XVII. San Francisco (1572-1662). Hospital de San Bartolomé. Hospital de Naturales.
Palacio del Almirante. Palacio Arzobispal. Palacio de los Marqueses de Valle Umbroso.
San Francisco. San Bernardo. Seminario de San Antonio. Universidad de San Ignacio.
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El jesuita Bernardo Bitti va a implantar en el virreinato los gustos imperantes en Europa en esos momentos, el manierismo. Las cualidades de su pintura serán el alargamiento de las figuras y la luz focalizada en los drapeados, especial interés en primeros planos y una falta del mismo en el paisaje y en los detalles.
El otro gran pintor fundamental en la creación de la escuela de Cuzco y en general de la pintura virreinal será Angelico Medoro. Es un pintor italiano que viaja a Perú y va a desarrollar su pintura fundamentalmente en Lima y Cuzco, aunque también se pueden encontrar obras suyas en Colombia y Ecuador. Su estilo en un principio sigue modelos contra manieristas, muy alejado de la escuela del otro gran importante pintor Bitti. De forma más tardía, empieza a seguir los estilos de la escuela sevillana del momento, seguramente por la llegada de obras desde Sevilla en grandes cantidades para la decoración de infinidad de templos que se están fabricando en ese instante.
El tercer gran pintor que desembarcó en el virreinato americano fue Mateo Pérez de Alesio. Pintor y escultor de origen italiano que desarrolla casi toda su carrera en Perú. Posiblemente sea el pintor que por sus antecedentes de formación en los trabajos de la Capilla Sixtina, va a tener una fuerte influencia en la escuela de pintura local, hasta mucho después de su muerte.
El germen de estos tres pintores, unido al cambio de estilos que se va a producir, ya en el periodo Barroco, y una fuerte influencia de corrientes tenebristas (no hay que olvidar que una fuente de ingresos de los pintores españoles como es el caso de Zurbarán, Pacheco, Herrera el viejo etc, es el envío constante de obras y cuadros para su venta en América), más la utilización de grabados flamencos que empiezan a llegar en abundancia desde Amberes. Todo esto será el origen de distintos conflictos que se van a producir entre los pintores españoles, acostumbrados al trabajo de forma gremial, y los pintores mestizos. Esto desencadena a partir de 1688, una ruptura entre estas dos escuelas.
Los artistas indios y mestizos empiezan a desarrollar una pintura dentro de su sensibilidad y su manera de ver el mundo. De esta forma, según algunos investigadores parten la evolución de la pintura en el virreinato del Perú (y en concreto en Cuzco), en varias etapas.
En una primera etapa, la aparición de pintura con oro es solamente reservada a los nimbos de las Vírgenes y Santos.
A medida que avanza el siglo XVII y sobre todo en el siglo XVIII, esta utilización de pintura con oro sobre la superficie de los cuadros, va a aumentar llegando a ser una característica principal de la pintura colonial cusqueña.
Cuadro cuzqueño: Virgen del silencio
Las obras pintadas en la primera etapa serán también repintadas y decoradas con pintura de oro.
Uno de los primeros cambios que surgen es la interpretación particular de las imágenes religiosas, que son llevadas por los españoles a América, como es el caso de las Vírgenes.
Pasamos a dar una pequeña relación de las Vírgenes más importantes que podemos encontrarnos en los cuadros coloniales sudamericanos y el nombre que reciben en América, la orden religiosa que las lleva y la localización dentro del Virreinato.
Virgen de la Merced, Nuestra señora de las Mercedes, la Peregrina de Quito, Virgen del Puerto Claro. (Mercedarios).
Quito, Cuenca y Guayaquil. (Ecuador).
Lima, Poma, Cuzco y Arequipa. (Perú).
Potosí y la plata de Sucre. (Bolivia).
La Serena, Valparaíso, Petorca, Santiago, Isla de Maipo, Rancagua, Curicó y Concepción. (Chile).
Córdoba, San Miguel de Tucumán, Buenos Aires y ciudad de Corrientes. (Argentina).
Virgen del Rosario, Virgen del Rosario de Pomata, Virgen del Rosario de Valdivia, del dulce nombre de María. (Dominicos).
Loja, Quito y Cuenca. (Ecuador).
Lima, Cuzco y Pomata . (Perú).
Potosí . (Bolivia).
Andacollo, Santiago y Valdivia . (Chile).
Jujuy y Córdoba . (Argentina).
Virgen de la Caridad Chamizuda. (Hospitalarios de San Juan de Dios y Jesuitas).
Quito, Ibarra y Mira. (Ecuador).
Lima y Cusco. (Perú).
(Agustinos, Franciscanos y Jesuitas).
Cocharcas, Lima, Sapallanga, Orcotuna e Ica. (Perú).
Candelaria de Copacabana, Candelaria Caspana, Candelaria de Copiapó, Virgen del Lago o Mamita del Lago. (Dominicos, Agustinos, Franciscanos).
Quito . (Ecuador).
Lima, Cuzco, Puno, Chapi y Torata . (Perú).
Oruro, Copacabana y Potosí. (Bolivia).
Caspana, Calbuco, Raúl, San Pablo, Cancura, Riachuelo, playa Maitén y Carelmapu . (Chile).
La Vinya, Saltan, Humahuaca y Santa María. (Argentina).
Nuestra señora del Carmen. (Carmelitas y Agustinos).
Quito y Cuenca. (Ecuador).
Callao, Lima y Cuzco. (Perú).
La Paz y la Plata. (Bolivia).
La Tirana, Huara, Maipú, y Concepción. (Chile).
Cuyo. (Argentina).
(Franciscanos).
Quito (Ecuador).
Lima Cuzco y Cajamarca (Perú).
Santiago (Chile).
Belén (Argentina).
(Bethlemitas, Franciscanos).
Lima y Cuzco (Perú).
Tarairi (Bolivia).
Belén (Chile).
Buenos Aires. (Argentina).
Con el tiempo, todas estas vírgenes cambiarán sus formatos hacía una concepción más virreinal, olvidándose las formas con las que se representa en la península Ibérica.
Mantienen los atributos por las que son reconocidas. Pasamos a hablar de las tres imágenes más difundidas en los cuadros cusqueños del virreinato peruano:
A la Virgen del Carmen se la representa con nimbo sagrado o aureola, lleva en la mano un escapulario, querubines alrededor, el fuego en la parte de abajo y las ánimas del purgatorio.
En el caso de la Virgen de Candelaria o de Copacabana, está dentro de un retablo, lleva corona imperial y una candela en la mano. Su manto campaniforme con columnas salomónicas a ambos lados y espejos representando la perfección, candelabros en la parte inferior.
La Virgen del Rosario de Pomata se la representa con penachos de plumas tricolor y un arco de flores. El Niño con orbe y en la mano un rosario, que es una ristra de perlas. En el manto, media luna sagrada (luna creciente )y dos Santos la acompañan.
Cómo comentábamos antes, a partir de 1688 los pintores nativos empiezan a emanciparse de los gremios españoles y desarrollan una pintura realmente nueva.
Artistas virreinales que han aprendido de modelos europeos y de grabados, ya tienen un nuevo lenguaje pictórico.
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